La seguridad para los pacientes y los colaboradores es fundamental cuando se trata del cuidado y, en la medicina, el equipo de trabajo debe ser revisado y monitoreado para evitar fallas que lleguen a convertirse en accidentes con consecuencias para ellos.

Por tal motivo es importante contar con una cultura de la seguridad, desde la eléctrica, hasta la radiológica. Y es esta última sobre la cual haremos énfasis en algunos puntos básicos que puedan garantizar mayor protección.

Prevención

El primer punto a resaltar es la prevención, el cual implica el uso de ropa adecuada para el ejercicio pleno de la labor y que no haya consecuencias adversas. La ropa y dispositivos de protección en general, se tratan de la primera defensa contra la exposición de radiación. De esta manera se pueden mencionar algunos elementos tales como: delantales de plomo, collares de tiroides, anteojos, pantallas suspendidas en el techo y cortinas de plomo montadas en la mesa.

Comportamiento del personal

Como segunda línea de defensa se tiene el actuar frente a alguna fuente de radiación, es decir, el comportamiento de los usuarios al manejar un equipo. Se trata de cuidar y supervisar los hábitos al estar cerca de la radiación, además de que, con un comportamiento correcto, puede reducir tanto la dosis hacia el personal como la del paciente. Hablar de un buen comportamiento radiológico, significa: guardar siempre una distancia prudente de la fuente, tratar de reducir al mínimo el tiempo de exposición, conocer el equipo de manera plena al saber si hay fallas o las tuvo en algún momento; así como utilizar técnicas de exposición adecuadas al ubicarse en un área de baja dispersión.

Control

Finalmente, este punto trata de entender más acerca de la exposición existente y de esta forma mediarla, es decir, conocer el nivel de exposición para tener más posibilidades de controlarlo.

En otras palabras, considerando los tres puntos básicos de protección, es necesario contar con los elementos necesarios para el cuidado. Y en este caso, un dispositivo funcional que ayuda a obtener una medición sobre la cantidad de radiación que se recibe es un dosímetro, como el RaySafe i3, el cual se trata de un sistema de dosimetría activa que proporciona información en tiempo real sobre la exposición a la radiación, para otorgarle ayuda al personal médico y a los médicos con el objetivo de evaluar y ajustar directamente sus comportamientos, utilizando así de manera más eficaz todas las soluciones de reducción de radiación con las que se cuenten.

Para más información sobre una cultura de la seguridad radiológica y de productos que te ayudarán a llevar a cabo un mayor control de la misma, contáctanos a través de nuestra página. O puedes llamarnos a nuestros números de contacto en CDMX: +52 (55) 5273-2788. O en Guadalajara: +52 (33) 3575 2100.